Vamos a ser realistas. Las entidades que conceden créditos rápidos, a pesar de que lo vendan como que nos están realizando un favor, buscan lucrarse. Como solían decir nuestros mayores, nadie da duros a pesetas, y este tipo de empresas no son ONGs.
Es por ello que cada vez más usuarios sospechan si sus créditos pueden considerarse usura al estar pagando intereses abusivos constantemente. En los últimos años diversos organismos (como el Tribunal Supremo) han dictaminado sentencias a favor de los particulares, como es en el caso de las llamadas tarjetas revolving. Pero, ¿qué similitudes y diferencias hay entre los créditos rápidos y los créditos revolving? En Solórzano & de Avilés estamos especializados en derecho mercantil y bancario y llevamos muchos años ayudando a nuestros clientes a la hora de recuperar el dinero que les han arrebatado ilegítimamente.
¿Qué son los créditos rápidos?
Los créditos rápidos, también llamados créditos al instante o microcréditos, son un tipo de préstamos que permiten disponer de una específica cantidad de dinero en un escaso periodo de tiempo. Seguramente en los últimos años le hayan llegado muchas veces mensajes a su correo electrónico o a su teléfono móvil prometiéndole dinero. Este tipo de soluciones han proliferado desde la crisis de 2008, ya que las clases medias y bajas han perdido constantemente poder adquisitivo y muchas veces se ven en la necesidad de recurrir a este tipo de préstamos para solventar problemas económicos puntuales y urgentes.
Sin embargo, como solemos decir a nuestros clientes, no es oro todo lo que reluce y siempre debemos leer la letra pequeña. Es por ello que siempre recomendamos leer minuciosamente los contratos que se firman, y es que muchas veces los consumidores reciben sorpresas desagradables por culpa de no haberlos leído detenidamente.
Estos productos financieros se caracterizan por cobrar unos intereses considerados muchas veces como abusivos. Se estima que cuando el interés del dinero es superior al 25 % se está cometiendo usura. Lo ideal es que consultemos la TAE (Tasa Anual Equivalente), que nos desvelará el coste real del minicrédito.
Además, estos créditos, así como se prestan muy rápido, también se exige su devolución de forma casi instantánea. A priori esto es positivo, puesto que cuanto más margen nos dan para devolver un crédito, más intereses terminamos pagando.
Sin embargo, como las cantidades de dinero que se prestan suelen ser elevadas, la posibilidad de devolver todo en un breve periodo de tiempo se antoja casi misión imposible, y es a partir de ahí cuando nos comienzan a cobrar unos intereses de penalización por demora sumamente elevados.
¿Todos ellos tienen intereses abusivos?
Para saber exactamente si ha adquirido un crédito al instante a una entidad que le está cobrando intereses abusivos, en Solórzano & de Avilés estudiaremos su caso de manera pormenorizada, porque no siempre tenemos derecho a indemnización. Salga de dudas poniéndose en manos de nuestros letrados expertos de nuestro bufete de abogados en A Coruña.