El fin de la vinculación matrimonial es siempre un momento delicado en lo personal y en muchas ocasiones también en lo sentimental. En el proceso de romper los lazos legales de una pareja es mejor contar siempre con profesionales con experiencia en derecho de familia para que te guíen en todo momento y te faciliten las cosas tanto si se trata de un divorcio amistoso como si hay más complicaciones por medio que puedan dificultar más las cosas.
En Solórzano y de Avilés tenemos un gran equipo de trabajo que está acostumbrado a llevar casos de separaciones y divorcios. En esta entrada vamos a profundizar en los diferentes tipos de divorcios que se pueden dar para que puedas contemplar todos los escenarios posibles.
Divorcios de mutuo acuerdo
Es el proceso más simple que hay. Cuando las dos partes de la relación han llegado ya a un punto de entendimiento mutuo y no hay mucho más que negociar. Mediante el proceso de divorcio de mutuo acuerdo se evita comenzar cualquier proceso legal y la operación de divorcio se ejecuta en mucho menos tiempo.
Otro detalle no menor en lo que concierne a los divorcios de mutuo acuerdo es que, al tratarse de cuestiones rápidas y sin largos procesos judiciales por medio, también son más económicos para las dos partes.
Es un proceso amistoso en el que las dos partes consiguen llegar a un acuerdo sin demasiados problemas, algo que se agradece especialmente cuando el matrimonio tiene hijos en común, que normalmente también sufren en este proceso de separación de sus padres.
El equipo de Solórzano y de Avilés estará contigo en esos momentos de acuerdos de separación. Nuestros letrados te asesorarán a la hora de tramitar cuestiones como las de las pensiones alimenticias, la custodia compartida, etc.
El proceso es muy simple. Ambas partes tienen que presentar en el juzgado su demanda de divorcio, así como el convenio regulador en el que se fijan las condiciones y acuerdos con el que se sella el divorcio.
Divorcios contenciosos
Es un proceso bastante más complicado y largo que el anteriormente descrito. Por tal motivo también es un tipo de divorcio más caro. El divorcio contencioso es una separación no amistosa que implica pasar por un procedimiento legal o judicial y que un juez dictamine y decida por la pareja en las cuestiones en las que no hay un acuerdo previo.
Se hace imprescindible por tanto contar con el apoyo legal de un buen equipo de abogados como los de Solórzano y de Avilés, gente con experiencia en derecho de familia que velará por tus intereses en la separación. Nuestros letrados se encargarán de velar por tus intereses en cuestiones como la separación de bienes o gananciales, la custodia de los hijos, las pensiones compensatorias y otras gestiones precisas.
Es importante indicar que, tal y como el Código Civil establece en sus artículos 81 y 82, es necesario que un matrimonio lleve al menos unos tres meses casados para que se pueda solicitar el divorcio independientemente de que sea este un divorcio de mutuo acuerdo o un divorcio por contencioso.